martes, 17 de febrero de 2015
Asomado a los Recuerdos
Nuestro balcón favorito sigue ahí.
He querido asomarme varias veces desde que te fuiste, pero no puedo quedarme más de dos minutos.
Llego, aparco, lio un cigarrillo, lo enciendo sin pedirte el mechero y sin que tu me lo pidas, me apoyo en la barandilla y con el humo también me voy tragando las lágrimas.
Si paso quiero parar. Si paro.....
Tienes que decirme cómo se hace para no echarte tanto de menos, cómo voy a hacer para poder estar aqui o acercarme a tu casa sin volver a romperme por dentro. Al menos quiero saber cuando va a aliviarse un poco este dolor, cuando podré acordarme de ti o pronunciar tu nombre sin venirme abajo.
Cuando, amigo, dime.
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Buff, no se, algo se me escapa pero tus palabras suenan casi a rezo, una especie de oración. Hablas de recuerdos pero los recuerdos generalmente los asociamos con tiempos distantes en el tiempo y hasta en el espacio físico, He visto los enlaces y me niego a pensar.
ResponderEliminarTe dejo hoy un abrazo especial, por si te hace falta.
Hay huecos que no se llenan nunca. Pero uno aprende a respirar por ellos. Aunque eso lleva algún tiempo, como todo.
ResponderEliminarY no hay nada más hermoso que ligar ciertos lugares a la propia vida, a las experiencias propias: ese es el único sentido de la propiedad que comparto.
Un fuerte abrazo.