Nunca supe tirar la peonza pero sí hacer el cubo de Rubik, esto naturalmente no tiene la menor importancia pero oye si de algo se puede presumir...
Me gusta especialmente la última foto y como te digo siempre me alegra que publiques con regularidad. Esto lo digo egoistamente pues aquellos blogs que no se actualizan en un tiempo no me son útiles y acaban desapareciendo de mi lista, así que parafraseando a Harry el sucio: "Alégrame los días". Gracias.
Que los juegos de nuestra prehistórica infancia (toda infancia es prehistórica porque su historia la escribimos después) regresen de algún modo no te hace sentir más joven pero sí un poco menos viejo, y como que no todo está perdido. Que todavía giramos en la misma peonza. Tampoco yo aprendí a lanzar la peonza, y el cubo de Rubik lo olvidé en cuanto lo aprendí. No se si me gusta más la primera o la tercera. Ahí estoy, dándole vueltas....
Nunca supe tirar la peonza pero sí hacer el cubo de Rubik, esto naturalmente no tiene la menor importancia pero oye si de algo se puede presumir...
ResponderEliminarMe gusta especialmente la última foto y como te digo siempre me alegra que publiques con regularidad. Esto lo digo egoistamente pues aquellos blogs que no se actualizan en un tiempo no me son útiles y acaban desapareciendo de mi lista, así que parafraseando a Harry el sucio: "Alégrame los días". Gracias.
un abrazo
Que los juegos de nuestra prehistórica infancia (toda infancia es prehistórica porque su historia la escribimos después) regresen de algún modo no te hace sentir más joven pero sí un poco menos viejo, y como que no todo está perdido. Que todavía giramos en la misma peonza.
ResponderEliminarTampoco yo aprendí a lanzar la peonza, y el cubo de Rubik lo olvidé en cuanto lo aprendí.
No se si me gusta más la primera o la tercera. Ahí estoy, dándole vueltas....