Yaiza y Paola son primas desde hace menos de veinte horas.
Las últimas ocho interminables para la primera, que no podía esperar a verla.
Es ley que la vida se renueva y, cuando nos toca de cerca, la llegada de cada niñ@
nos lo demuestra.
A sus padres decirles que nadie puede tapar el vacío de otra persona, pero
la llegada de un hijo lo llena todo. Y pensando en éllos no puedo pensar otra
cosa que Paola tiene suerte.
(Añado una etiqueta que siempre ha existido en mis retratos, mis favoritos, los que
saco muy cerca del protagonista y siendo éste completamente consciente de que
está siendo retratado. El primero que aquí os enseño cualquiera lo podría
haber hecho. Este último es de los que sólo se consiguen si el que sostiene la cámara
interactúa con el retratado. Y son los que más te regalan, mucho más que siendo
solamente un observador).
1. Felicidades a los papás.
ResponderEliminar2. La jovencita es guapísima.
3. Completamente de acuerdo en el tema retrato, una de mis asignaturas pendientes aunque la semana pasada estuve muy cerca de conseguir una modelo para fotografía erótica, pero era una menor, 17 años. Lo que mas me chocó era que yo hablaba de erotismo y ella de porno. Me quedé perplejo cuando me enteré de todo lo que ha hecho ya en el terreno sexual. "Me gustan los hombres maduros", dijo. Maduro ¿yo?
Me alegra verte publicando y además fotos tan alegres y coloristas.
un abrazo
Estos retratos en los que la cámara desaparece, esa es la fotografía pura.
ResponderEliminarY pronto veremos también la sonrisa clara de Paola y le buscaremos parecidos sin saber que cada sonrisa es irrepetible.
Felicidades.